Una terraza con solera en el corazón de Logroño

Desde 1941, el Café Ibiza es testigo de lo que acontece en la sociedad logroñesa. Emplazado en una ubicación privilegiada, en pleno corazón de la capital riojana, su terraza es una de las más emblemáticas. Puede decirse que forma parte del mobiliario urbano de la ciudad. Por ella han pasado cantantes, actores, políticos, deportistas y, sobre todo, gente anónima, la que conforma la historia de este establecimiento. Clientes que permanecen fieles, incluso, desde hace varias décadas.

Una herencia que pasa de padres a hijos. Una tradición no escrita, la de sentarse en una de las veinte mesas con las que cuenta Ibiza 1941, al resguardo de los soportales de Muro de la Mata y, en días de calor, protegidas por sombrillas y toldos para mitigar los rayos de sol que propicia la orientación norte en la que se ubica la terraza. Una localización magnífica.

Desde las 9 de la mañana y hasta las 23 horas –entre semana, porque los viernes por la noche y los sábados el horario se amplía hasta las 2 de la madrugada– funciona el servicio de terraza, que comienza con su amplia oferta de desayunos (que sirven hasta las 12 horas): dulces, salados, Ibiza, Ibérico y el más demandado, sobre todo en fines de semana, el Deluxe, que incluye dos huevos fritos con pimientos o jamón ibérico o picadillo, zumo de naranja y café o infusión.

Los desayunos dan paso al vermú. Las raciones y el picoteo acompañan a los clientes. Ración de jamón, croquetas y, sobre todo, los calamares a la andaluza y las gambas en gabardina. Sin olvidar todo un clásico, la gilda del Ibiza: dos guindillas de calidad, huevo de codorniz, boquerón, cebolleta y oliva rellena de anchoa. Vino, cerveza, refrescos y, sobre todo, coctelería acompañan a estos platos. Ibiza 1941 trabaja con cócteles clásicos, donde el rey es el Aperol Spritz.

De lunes a viernes, además, ofrece su Menú Ejecutivo, que es posible tomarlo también en terraza. Tres primeros, donde priman los productos de temporada, tres segundos y tres postres caseros a elegir. A las 16 horas se cierra la cocina.

Ibiza 1941 fue pionero en el tardeo, tan de moda en los últimos dos años, amenizado –menos en verano– por su conocido guateque. Los clientes cierran la sobremesa acompañados de combinados tradicionales que nacen de una amplia bodega de destilados, un tesoro escondido que se encargan de mimar y de renovar. Confidencias y diversión entre amigos para pasar las horas hasta que el sol se pone.

Y con el ocaso, el ambiente en la terraza continúa. Algún que otro café –los días de guateque hay servicio de cafetería hasta las 22 horas y si no, hasta la 1 de la mañana– convive con las copas más selectas y 'premium'.El murmullo de las conversaciones pone la banda sonora a una terraza por la que parece no pasar el tiempo. Una terraza que conserva la esencia desde que en 1941 saludó a su primer cliente.