Pajares se acerca al 75% y Enciso roza el 30% tras sumar 3,5 hectómetros cúbicos

Durante las últimas semanas, los embalses riojanos juegan en dos 'ligas'. La primera, la que lideran Mansilla y González Lacasa y cuyo objetivo es guardar la mayor cantidad de agua pero dejando un margen de maniobra por si se producen tormentas o más lluvias (como se espera en los próximos días).

En ambos casos esta barrera se sitúa por encima del 90%. Por ejemplo, en Mansilla, el parte de este lunes de la Confederación Hidrográfica del Ebro señala que las reservas hídricas se encuentran al 91,7% tras perder en siete días 0,37 hectómetros cúbicos, aunque turbinando a toda potencia (es decir, generando mucha energía). En el caso de la infraestructura de Ortigosa, se mantiene estable con un lleno del 94,5% de su capacidad y también produciendo energía hidroeléctrica.

Y luego está la segunda liga, la de los que luchan por almacenar y almacenar. En esa carrera se encuentra Pajares, que semana a semana está logrando superarse y seguir recogiendo agua para rozar actualmente el 75% de su capacidad (en concreto, este lunes se encuentra al 72,2% tras recibir casi dos hectómetros cúbicos.

La otra infraestructura en esta situación es la de Enciso, que partía casi desde cero cuando empezó el 30 de enero su vida operativa tras largos trabajos y demoras. En estos apenas dos meses se ha ido llenando poco a poco y las aguas ya cubren el 28,4% de su superficie (solo en la última semana ha recogido 1,5 hectómetros cúbicos). Otra buena noticia.

Teniendo en cuenta las capacidades de los embalses riojanos, a día de hoy estos se encuentran al 72,36%, una más que aceptable situación cuyos efectos se dejan sentir en los cauces del Iregua y el Najerilla, pero también en las acequias, madres e hijuelas, que durante los últimos días han dejado correr agua que hace soñar a los agricultores con un verano sin restricciones.

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