Ezcaray y su entorno, un enclave para desconectar
La Rioja, belleza interior ·
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La Rioja, belleza interior ·
Miguel Ángel Lotina asegura que la localidad riojalteña le enganchó desde que era jugador del Club Deportivo LogroñésEl amor a primera vista existe. Alguien se puede quedar prendado de una persona nada más verla, pero también le puede suceder con algo material o incluso con un rincón del mundo. Algo parecido a eso es lo que le pasó a Miguel Ángel Lotina con Ezcaray, un municipio con el que ha establecido un vínculo muy estrecho desde que llegó al Club Deportivo Logroñés en 1978.
Nacido en el municipio vizcaíno de Meñaca, el ahora entrenador del Cerezo Osaka ya había tenido contacto con La Rioja antes de llegar al conjunto blanquirrojo. «Había pasado unas vacaciones en Briones con 16 años», recuerda. Sin embargo, y aunque se confiesa un enamorado de Logroño, lo que le ocurrió con Ezcaray fue algo especial. «Desde el principio me enganchó mucho», asegura. «Compañeros me hablaron bien de la localidad nada más llegar y pude comprobar que lo que decían era cierto cuando empezamos a hacer allí las concentraciones», añade.
A partir de ahí, sus visitas a la localidad riojalteña no cesaron. «De hecho, tengo vivienda allí desde el 2003, pero antes ya la tenían mis cuñados e íbamos a menudo», explica. «Cuando he estado entrenando en España hemos intentado aprovechar puentes, fiestas y veranos para ir; ahora que estoy en Japón puedo visitar menos Ezcaray, pero por ejemplo la última Nochevieja la pasamos allí», apostilla.
Sus recuerdos de la villa son muy positivos. «Me acuerdo de que mis hijos se tiraban todo el verano en la calle o en la piscina», apunta el técnico. No en vano, Ezcaray para él tiene muchas características que lo convierten en un rincón perfecto para las familias. «La gente es muy acogedora y el pueblo es precioso, con dos plazas, la de la Verdura y la del Quiosco, espectaculares», cuenta. «Es muy diferente a lo que había visto en el País Vasco y por eso me enganchó», argumenta antes de destacar la gastronomía como otro de sus puntos fuertes: «Es un placer desayunar en cualquier terraza y tienes restaurantes de todo tipo, incluso con Estrellas Michelin».
Lotina, además, se confiesa un gran aficionado a andar y Ezcaray le ofrece la oportunidad de disfrutar de esa pasión y de desconcertar del trabajo en contacto con la naturaleza. «Para mí Ezcaray es sinónimo de relajación y además hay la opción de hacer muchos recorridos», relata al tiempo que explica que con unos amigos forma un grupo llamado 'Los montañeros' con los que disfruta de todos los paisajes de alrededor de la villa.
Así, no es de extrañar que asegure conocer todas los núcleos de población del entorno. «He estado en Posadas, en Valgañón, en Urdanta, en Turza, en Zaldierna...», enumera. «También en Tondeluna, donde hay un queso de cabra muy bueno y del mismo modo me suelo acercar a Ojacastro a comprar caparrones, que son excelentes», añade.
Su devoción con Ezcaray es compartida por su familia e incluso sus hijos cuentan con su cuadrilla de amigos en el pueblo. Además, Lotina está intentando que La Rioja y sus rincones sean también reconocidos en el continente asiático. «Les suelo enseñar fotos a los japoneses, pero ellos cuando hablan de España siempre se refieren a Barcelona o a Sevilla», expone. «Yo les digo que en La Rioja hay muy buen vino y como aquí están empezando a elaborar también, se les despierta el interés», afirma.
Los rincones favoritos de Lotina en La Rioja no solo están en Ezcaray, también los hay en la capital, donde disfrutó tanto de jugador como de entrenador. «Soy un asiduo de la Laurel y de la San Juan, tanto de los sitios de pinchos como de los restaurantes», asegura el entrenador del Cerezo Osaka. «En mi opinión, en relación precio-calidad es de lo mejorcito de España», considera.
Esa etapa en el Logroñés le permitió conocer otro lugar muy especial: el monasterio de Valvanera. «Allí celebrábamos todo los éxitos del equipo», recuerda. «Además, también hay un recorrido desde Ezcaray de 23 kilómetros que he hecho y me acuerdo de que el año que ascendimos a Primera completamos una etapa en bicicleta desde El Espolón», continúa. «Eso sí, a medio camino hicimos una parada para almorzar y el último tramo se hizo duro», bromea.
Ese trayecto en bicicleta es una muestra de que los recuerdos que tiene Lotina de La Rioja son muchos y buenos. Y no los olvida aunque ahora esté en la otra punta del mundo.
Ayuntamiento de Ezcaray https //www.ezcaray.org/
La Rioja Turismo https //lariojaturismo.com/poblacion/ezcaray/2403bb7b-3578-4664-9aca-841c63bb30d6
Estación de esquí de Valdezcaray http //www.valdezcaray.es/
Las aldeas de Ezcaray https //www.ezcaray.org/villa-de-ezcaray/aldeas-de-ezcarayx xxxx xxxxxxx
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