El sueño de una familia de cien años

Pocos pueden presumir de llevar elaborando vino en Rioja durante más de cien años. Este selecto grupo de bodegas centenarias se reduce aún más cuando es la familia fundadora la que sigue llevando las riendas del negocio de sus antepasados. En San Asensio hay una de esas bodegas, que ha tomado el apodo de uno de sus herederos, David García, también conocido como Perica, para hacerse un hueco en el sector tanto a nivel nacional como internacional. Pese a que fue este el encargado de consolidar el proyecto, fue su padre Juan el que comenzó a vender sus vinos en los pueblos limítrofes durante el año 1912.

Sin llegar a imaginarse que un siglo más tarde su nombre recorrería medio mundo, Juan centró su esfuerzo en el comercio local siendo su hijo el encargado de dar de alta la bodega en el Consejo Regulador Denominación de Origen Rioja en el año 1950. En la actualidad, es la tercera y cuarta generación, con Mario Entrena, la que se está dejando la piel para dar un impulso a la marca implantando las últimas tecnologías en el proceso de elaboración de vinos así como enfocar la bodega al enoturismo.

Por todo ello, Bodegas Perica se define por ser una «bodega familiar con fuertes valores tradicionales». Asimismo, la compañía de San Asensio considera que el esfuerzo, la atención por el detalle, así como el respeto y el cariño a la herencia vinícola de la tierra son los pilares que asientan su éxito actual. Y es que, en apenas medio siglo, han pasado de ser una bodega de carácter local a convertirse en una empresa internacional.

La bodega cuenta con una renovada instalación que se estrenó en el año 2011 en la que, además de incorporar las técnicas más innovadores de elaboración y crianza del vino, cuenta con un diseño cuidado, acogedor y familiar. Perica dispone de 150 hectáreas de viñedo propio en las mejores zonas de Rioja Alta controlando, de esta manera, la producción total de su uva y el proceso de elaboración en su bodega de San Asensio.