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El enoturismo trasciende la bodega en Tarón. «Nuestro escenario no es el espacio físico de la bodega, sino el territorio. Nuestro concepto no se explica ... en la nave, sino en el exterior; ahí están los rasgos de la personalidad que nos define». Jesús Sánchez-Prieto, responsable de enoturismo en Bodegas Tarón, habla de esa personalidad que se pone de relieve a través de los viticultores y el patrimonio histórico y artístico. Un binomio al que se suma el trabajo en bodega de su enóloga, Laura Manzanos.
Visita bodega
Recorrido por bodega y cata de 3 vinos: De martes a sábado, a las 12 horas. 1 hora de duración. Reserva previa.
Visita Territorio Tarón
Recorrido por las iglesias románicas, visita a viñedo centenario, cata de 3 vinos y aperitivo: De martes a sábado, a las 11 horas (2 horas y media de duración). Imprescindible reserva previa. Precio 30 euros.
Visita Viñedo Centenario
Visita a Tarón Cepas Centenarias: De martes a sábado, a las 11 horas (una hora y media de duración). Imprescindible reserva previa. Precio 20 euros.
Reservas
Teléfonos: 672268354 o 941301650.
Correo electrónico: enoturismo@bodegastaron.com.
Wine bar, de martes a sábado, de 12 a 18 horas.
Son 225 pequeños viticultores de Cuzcurrita de Río Tirón, Tirgo, Sajazarra y Villaseca los que con sus 700 hectáreas dan sentido a la cooperativa, que recibe uva de una de las zonas vitícolas más frescas de La Rioja y de las más exigentes con respecto a su cultivo, por su mayor influencia del clima atlántico –esta semana han empezado a vendimiar la tinta–. Hasta hace 50 años la dureza del clima obligaba a plantar variedades blancas, como la viura, para que la tinta alcanzara los niveles de azúcar necesarios para su fermentación alcohólica. De ahí que la cooperativa naciese en 1962 como bodega de claretes.
En Bodegas Tarón se recibe al visitante con una copa de vino. En la sala de catas se explica, grosso modo, el proceso y que la cooperativa dispone de dos naves de elaboración para sus blancos y tintos y una sala de barricas con capacidad para 2.500 barricas, aunque en la actualidad tienen entre 1.600 y 1.800. No elabora toda la uva que recoge, ya que tan solo embotella entre 600.000 y 700.000 botellas de vino joven, crianza, vinos de guarda y blancos, bajo el sello Tarón. El resto de la uva que recibe la vende a otras bodegas.
Pero lo interesante, lo que verdaderamente da sentido a Bodegas Tarón, se encuentra más allá de sus cuatro paredes. Al visitante se le ponen en valor los condicionantes de la uva y del territorio, que forjan el carácter de sus vinos. Unos vinos que beben de un terreno marcado por su pasado románico y que tiene en sus iglesias y ermitas el segundo rasgo identificativo de esta zona. Su historia no cae en el olvido para los viticultores de Tarón, que en su semidulce 'Beso de Sirena' hacen un guiño a una de las iconografías de la iglesia del Salvador de Tirgo, que representa a una sirena con dos colas.
El recorrido por el territorio, además de estas visitas al patrimonio artístico, lleva al visitante a los viñedos centenarios, de los más antiguos que se plantaron después de la filoxera. Con una antigüedad de 115 años, sorprende su alta producción, «fruto del trabajo bien hecho desde hace generaciones, del saber entender la cepa y de la buena poda que posibilita la longevidad de la planta», sostiene Sánchez-Prieto. En el campo, se explica qué es un mugrón, las yemas... No es lo mismo contarlo que verlo.
El sentimiento de orgullo y de pertenencia a una zona enclavada entre el valle de la cuenca del Tirón y de la zona de los Montes Obarenes, con suelos también diferenciados y llenos de particularidades, dan sentido a esa diversidad que conforma Rioja y también a esa forma única de desarrollar la esencia de Tarón.
Los viñedos se ubican en parcelas pequeñas, que pasan de generación en generación, de padres a hijos. Como también se hereda y se transmite ese modo personal de conocer la tierra. Los viticultores de la cooperativa quieren que quien visite su territorio lo respete, lo ponga en valor y entienda la viticultura de la zona y lo que cuesta hacer un buen vino.
De suelos arenosos a suelos de cascajo, la cepa aprende a tomar los nutrientes necesarios del suelo, en definitiva, a regularse por sí sola, y eso tiene su reflejo en el vino honesto de Tarón, porque con la buena materia prima de la zona es fácil hacer un buen vino. Pero Tarón va más allá al apostar por un entorno que les define y que le dota de personalidad. Y eso es lo que le hace especial.
En furgoneta, y con el conocimiento casi enciclopédico de Jesús Sánchez-Prieto, el viaje enoturístico lleva al visitante a iglesias y ermitas del siglo XII que contextualizan la singularidad del TerritorioTarón. La ermita de Nuestra Señora de Sorejana de Cuzcurrita de Río Tirón, la iglesia delSalvador de Tirgo, la iglesia de San Julián de Castilseco o la iglesia de Santa María de la Asunción y la ermita de Santa María de Cillas de Sajazarra son ejemplos del románico rural y marcan el carácter de esta zona y la personalidad de los vinos.
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