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Un grupo de visitantes aguarda para comenzar la visita a Bodegas Franco-Españolas, la más antigua de Logroño y cuyos vinos se han convertido ... en referentes de la marca Rioja por el mundo. Destino de reyes como Alfonso XIII, que la visitó por primera vez en 1925, o de embajadores de lujo, como el escritor Ernest Hemingway, que se rindió a sus vinos y ensalzó la calidad de su 'Diamante' en 'Muerte en la tarde', comparándolo con otros vinos europeos.
Pegada al río Ebro, a solo cinco minutos andando del centro de Logroño, la bodega es testigo privilegiado de la evolución que ha experimentado la capital riojana durante los últimos 133 años.
Tras una breve introducción en la parte más cercana a la recepción, en la que se cuenta cómo la filoxera, que arrasó los viñedos franceses, obligó a estos a buscar viñas en otros puntos, como La Rioja, con lo que se establecieron alianzas para la construcción de bodegas en la comunidad, se emprende un viaje que transporta a los visitantes a 1890, cuando se construyó Franco-Españolas y con Frederick Anglade Saurat como fundador.
Visita+Degustación Recorrido guiado, cata de dos vinos y aperitivo: visita y degustación de dos vinos de la gama Bordón o Diamante, acompañados de embutido. Duración: 1h30'. Precio: 18€.
Visita+Cata Rioja vs Ribera Visita exclusiva, cata dirigida de 4 vinos (DOCa Rioja y DO Ribera de Duero) y aperitivo riojano: cata de Bordón d'Anglade Crianza Ed. Limitada vs Valparaíso Crianza y Bordón d'Anglade Reserva Ed. Limitada vs Raíces de Valparaíso Ed. Limitada. 1h45'. Precio:38€.
Visita+Cata de vinos blancos Recorrido guiado, cata de 4 blancos y aperitivo riojano: visita exclusiva y cata de 4 vinos premium: Bordón Blanco, Diamante Verdejo, Talla de Diamante y Diamante de Graciela. Duración: 1h45'. Precio:38€.
Reservas 941251290, visitas@francoespanolas.com o www.francoespanolas.com
Se sigue un recorrido natural, el mismo que hace la uva cuando llega a bodega. Así, el turista conoce el pisado de la uva y puede tocar los tinos centenarios de Bodegas Franco-Españolas, los originales, donde se fermentaba el vino antaño. Tinos levantados sobre piedras y en cuya parte inferior hacían fuego para caldear la uva en los fríos meses de noviembre, cuando se llevaba a cabo la vendimia.
De ahí se continúa por la sala de la Virgen, la sala Trasiega o la sala Diamante, donde descansan sus dos buques insignia, Diamante y Bordón, o la del botellero antiguo, la zona de más encanto, que alberga botellas que se remontan hasta 1898. «Es el corazón de la bodega, una especie de biblioteca», reconoce Eva Rodríguez Lusa, responsable de visitas en Enoturismo. Un área que condensa la historia embotellada de Franco-Españolas y como historia que es puede estudiarse. De ahí las catas verticales que organizan –probando el mismo vino, pero de diferentes décadas– y que les sirve para ver cómo evolucionan.
Y, avanzando, el turista halla otro tesoro que los bajos de los edificios de la bodega logroñesa esconden en su subsuelo; un subsuelo que abarca desde el Puente de Hierro al Puente de Piedra.Se trata de dos cepas madre anteriores a la filoxera, dos joyas centenarias. El recorrido lleva hasta sus dos vinos mimados, que terminan su crianza en botellas: Bordón Viña Sole y Bordón d'Anglade Reserva. Su producción se limita a unas pocas miles de botellas y se elaboran en viñedos de más de 75 años.
La visita va acercándose al final; queda más por descubrir: la sala de losArcos, donde se exhiben fotografías antiguas que muestran cómo funcionaba la bodega en 1920, la sala del pisado de la uva, con las vagonetas que circulaban por los rieles, cómo se apilaban las barricas, labores de embotellado... «Queremos que quienes nos visiten, reconozcan lo que les hemos ido contado y comprendan cómo se las ingeniaban para elaborar el vino», señala Eva Rodríguez.
Entre esas instantáneas, los doce fundadores –tres franceses y seis españoles–, que apostaron por la construcción de esta bodega a los pies del río Ebro. Y también una imagen de la familia actual que ha asumido la dirección.
Y es que en 1984, el empresario Marcos Eguizábal compró Bodegas Franco-Españolas. Hoy, la tercera generación de los Eguizábal, con su nieto Borja al frente, reafirma su apuesta por el enoturismo, sin dejar de lado sus inquietudes culturales. La bodega ha sabido explotar una variada oferta de ocio y cultural, con la que ha conseguido acercarse a un público más joven y variado.
Desde el reciente MUWI al vermú torero de Actual, una oferta cultural variada que hace diferente a Bodegas Franco-Españolas. Fue el empresario Marcos Eguizábal quien plasmó sus inquietudes culturales y las hizo coexistir con su pasión por el mundo del vino. Así a las actividades propias: Teatro con Diamante, El Cine de Verano, Hallowine –con sorpresas este año–, el Día de la Moda y Los ciclos de Música y Vino, la bodega es anfitriona de eventos multitudinarios como son MUWI y Actual.
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