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Un partido muy importante, más que la planificación de la próxima campaña. Es el encuentro que la UD Logroñés juega esta tarde en Barbastro, según ... Carlos Lasheras. El conjunto maño representa uno de esos frenos a la ilusión blanquirroja, aunque ambos equipos solo se hayan medido en tres ocasiones. Ilusión, poca, queda aún en el equipo de Valdegastea, que fía sus pocas opciones de alcanzar plaza para la Copa a lo que suceda esta tarde en la localidad oscense.
«Nos ha costado adaptarnos». Una de las frases con las que Diego Martínez resumía el partido que la UD Logroñés empató en Barbastro el 9 de septiembre del 2023. El encuentro se cerró con empate sin goles, el segundo del ejercicio recién abierto tras firmar tablas en Las Gaunas contra el Athletic en el inicio de la temporada oficial.
Barbastro fue una advertencia para la temporada. La UD Logroñés sufrió en su primer desplazamiento y también en el segundo, a Egüés. Otro empate sin goles. Y el empate duele más cuando grada y despachos consideran que ganar es una obligación. «Hasta el minuto 15 no se ha jugado y aunque sabíamos que se iba a perder mucho tiempo, siempre condiciona. Te pones nervioso y vas más rápido de lo que debes. Nos ha faltado templanza», ampliaba su reflexión el entonces entrenador.
Aquella temporada fue un calvario para la UD Logroñés lejos de Las Gaunas. Como esta. Porque a aquellos dos empates en los dos primeros viajes le siguió el firmado en Zaragoza, contra el Aragón. La impaciencia comenzaba a ser más notable. El aviso que había lanzado el Barbastro era muy serie y alcanzó a los desplazamientos a Baracaldo, Tudela y Athletic, este último ya en la segunda vuelta de la competición regular.
Entre los muchos pecados que ha cometido este equipo se incluye la composición de la plantilla. La UD Logroñés, como la del pasado ejercicio, no pierde en casa, pero no es suficiente porque tampoco gana todos sus encuentros como anfitrión y sin su cobijo baja mucho su rendimiento. Diego Martínez fue capaz de corregirlo en la segunda vuelta y solo perdió dos partidos y empató uno, pero sumó más puntos a domicilio que en la primera, en la que perdió y empató en cinco ocasiones con solo dos triunfos. El empate penaliza cuando quieres estar arriba del todo y esa es otra lección que el equipo no ha aprendido en estos dos años. Solo hay que ver que la UD Logroñés es el conjunto que más empates acumula, trece, y, además, queda lejos del número de triunfos de los clubes que le preceden en la tabla.
El Barbastro no solo fue una decepción aquel 9 de septiembre, sino también el 21 de enero, día en el que visitó Las Gaunas y se llevó un punto en otro partido sin goles. «Espero que hayamos aprendido de la visita del Barbastro», dijo en enero del pasado año Diego Martínez. Por lo que se ve, la UD Logroñés no ha aprendido nada en estos casi dos años.
anar y esperar. Ganar y pensar en el próximo partido. Y así en los cuatro compromisos que restan. Es lo único que tiene claro la UD Logroñés. Esta serie de cuatro previa a unas largas vacaciones, que deben certificar primero las matemáticas, comienza esta tarde en Barbastro (16.30 horas). Y, por supuesto, el cuadro local también necesita los puntos para lograr la permanencia. De momento vive en descenso.
«En la primera vuelta y parte de la segunda perdimos solo dos partidos -Utebo y Anguiano en la primera ronda-, pero el número de las derrotas ha ido incrementándose en los últimos dos meses. Nos quedan cuatro partidos, vamos a por el primero y luego partido a partido y ver hasta dónde se pueda llegar», decía el viernes Carlos Lasheras.
Por eso también es importante vencer en Barbastro este domingo por romper la dinámica foránea, que es preocupante, aunque cada vez menos porque el objetivo principal se ha diluido. No gana a domicilio desde la primera jornada de la segunda vuelta y sus últimos cuatro viajes se resumen en otras tantas derrotas: Ejea, Eibar B, Calahorra y Arenas. Así de crudo y así de real.
No es que el Barbastro sea inexpugnable en su campo, donde ha cedido tres empates y seis derrotas, pero la dinámica y el fútbol logroñés no invita al optimismo, aunque ahora parece que el equipo «saca la cabeza», según se preparador.
Lasheras ha pasado la semana preparando el partido, ajeno a su futuro personal y al ascenso de Sergio Rodríguez. «Bastante tengo con lo mío», venía a decir. Al menos cuenta con todos sus hombres, a los que daría, a todos, la titularidad pero tiene que elegir once, los que mejor se ajusten a la ocasión.
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