La reciente limpieza de la plaza del Mercado ha sido un alivio visual: corte de pelo al verdín, algunas baldosas nuevas y agua a presión. ... Pero ¿es solo maquillaje o habrá mantenimiento continuo? La realidad es que Logroño sigue siendo una ciudad sucia. Es común encontrar bolsas de basura en las esquinas, contenedores desbordados con los desechos fuera y papeleras llenas cada fin de semana, lo que evidencia un problema que va más allá de una limpieza puntual.
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Y, ojo, no es solamente en el centro urbano, hay muchos barrios abandonados que padecen estos mismos problemas.
Con el turismo en aumento en la capital, la falta de civismo de muchos ciudadanos y la escasa vigilancia agravan la situación. Es momento de reforzar los equipos de limpieza y de exigir también mayor respeto por el espacio público a todos. ¿Se mantendrá esta mejora o volveremos al abandono habitual?
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