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Diego Sufrategui, director de campo de Nivarius y Proelio, y Raúl Tamayo, director técnicos de las bodegas, en el viñedo El Silo, en Albelda. Justo Rodríguez
Una joya que cada vez brilla más
Maturana blanca

Una joya que cada vez brilla más

Con el consumo de vino tinto a la baja y la mayor demandadel mercado por el blanco, la uva maturana surge como oportunidad; esta variedad, la primera en Rioja citada documentalmente, aspira a ser la mejor alternativa a la viura

Miércoles, 27 de noviembre 2024

Se puede decir, sin miedo a equivocarse, que pocas cosas hay más riojanas que la uva maturana blanca. En 1622, hace ya más de cuatro siglos, aparece una cita escrita de esta variedad, denominada entonces rivadavia. «En una cala que se hizo en Nájera, se detectaron 60.256 cántaras de vino, de las cuales 9.340 eran de vino blanco, 760 de rivadavia y el resto de tinto», es la cita que en 1967, 345 años después de aparecer escrita, documentó el recientemente fallecido Alain Huetz de Lemps en su tesis 'Viñedos y vinos del noroeste de España', estudio pionero sobre el viñedo y el vino riojanos.

Se habla de rivadavia, pero no como uva sino como un tipo de vino, diferente al blanco. Y se repite en 1818 cuando el escritor y agrónomo español Gabriel Alonso de Herrera hace alusión a «Rivadavia de Rioja, principalmente de Navarrete. El vino ya era conocido por bueno a principios del siglo XVI». Pero ya en 1905, el director de la Estación Enológica de Haro, Víctor Cruz Manso de Zúñiga, sí habla de la variedad maturana blanca y confirma que se cultiva desde antiguo en La Rioja.

Sin embargo, dejó de hacerse durante décadas y décadas hasta que Fernando Martínez de Toda y Juan Carlos Sancha la redescubrieron. Identificaron 524 cepas, todas ellas distribuidas fundamentalmente en dos viñedos viejos de Navarrete –otra vez este municipio aparece en el origen de la recuperación varietal en la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja– y Sotés, «pero los viticultores de esas localidades no llamaban maturana blanca a la uva sino que la conocían como rivadavia», recuerda Martínez de Toda.

¿Y por qué es para muchos enólogos y viticultores una joya que cada vez brilla más? Sancha apunta media docena de claves para reseñar las aptitudes de una uva única genéticamente: tiene una maduración precoz, un elevado contenido en azúcar, una acidez fija alta, una producción limitada y tanto el racimo como el tamaño de la baya son pequeños.

Segunda, tras Rueda

Existe cada vez un mayor interés en Rioja por encontrar alternativas a la viura en los vinos blancos ahora que las ventas de estas botellas, a diferencia de las de tinta, sí van a alza. Solo en el canal alimentación, los blancos en España representan ahora el 30% del valor de la comercialización cuando hace una década suponían el 20%.

Y las bodegas de la Denominación de Origen –Rioja ya es la segunda en ventas de blanco después de Rueda, con el 8,4% del total– hacen apuestas decididas por esta maturana que se puede encontrar a más de 800 metros de altura, cerquita de Logroño, entre las localidades de Nalda y Albelda de Iregua. En unos viñedos de Nivarius, una de las bodegas del grupo Palacios Vinos de Finca. Su enólogo, Raúl Tamayo, habla con pasión de una uva «auténtica, con la idiosincrasia de La Rioja y que nos acerca a a los variedades gallegas o a la riesling alemana».

Desde hace al menos una década, la maturana blanca se ha convertido en «el alma de Nivarius, lo que nos vertebra como bodega» porque en ella solo elaboran vinos de ese color cada vez más demandado. «Hemos trabajado esta uva en fudres, en barricas, en acero inoxidable, hemos hecho la crianza en lías finas... Nos permite muchas cosas», relata Tamayo, que ahora también está centrado en la bodega en generar una despensa de biotipos «para futuros blancos de Rioja», pensando, quizá, en el 'relevo' para las variedades actuales.

A poco más de diez kilómetros de ese paraíso de Nivarius, se ubica el que quizá sea el viñedo más antiguo de maturana blanca, plantado entonces de manera experimental –hace treinta años aproximadamente, con alrededor de 2.000 cepas– en Villamediana y cuyos frutos fueron vinificados en 2000; ya en el año 2009 entraba en producción tras el visto bueno de Consejo Regulador y Ministerio de Agricultura. Corresponde a Viña Ijalba, que también creó hace tres décadas un banco de germoplasma con variedades 'cuasidesconocidas' pero que «desde el primer momento apuntaban ya a interesantísimas», opina Pedro Salguero, enólogo de la bodega.

Pedro Salguero inspecciona unas cepas de maturana blanca de Bodegas Ijalba en Villamediana. Justo Rodríguez

Única en el mundo

El paso del tiempo ha servido para confirmar aquellos pensamientos, aquel flechazo que sintió por esa uva, y «las análiticas en los mostos siempre se han mostrado óptimas». Estos vinos «evocan recuerdos atlánticos, como si estuviéramos en Galicia bebiendo albariño o godello», prosigue Salguero en su explicación.

Un bajo pH y una acidez elevada son también características de esta uva redescubierta en la Denominación, todavía muy minoritaria –conviene recordar que no hay referencias del cultivo ni de la existencia de esta variedad fuera del ámbito de Rioja– y que presenta el inconveniente de una alta sensibilidad a la botrytis. «Y un exceso de sol también puede hacer que se pasifique», asevera el enólogo.

Esta uva blanca, muy minoritaria aún en la DOCa, surgió de la hibridación entre la castellana blanca y la variedad suiza savagnin blanc, también conocida como traminer. «Estas dos variedades son los parentales de dos uvas muy prestigiosas en España: godello y verdejo», escribieron Fernando Martínez de Toda y Pedro Balda en el libro 'Variedades minoritarias de vid en La Rioja'. Así que la maturana esta emparentada con ambas. Y tiene otra cualidad que destacan todos los profesionales consultados: su capacidad para mejorar los vinos donde otra variedad como la viura, principalmente, es la dominante.

Finca La Nevera

Nivarius 2018

Finca La Nevera

100% maturana blanca. Crianza de 36 meses en acero inoxidable y después sobre lías finas. Intenso en nariz y fresco en boca. 27 €.

Ijalba Maturana Blanca

2023

Ijalba Maturana Blanca

100% maturana blanca. Maceración pelicular y prensado en frío durante cuatro horas. Fermentación en hormigón (90%) y en barrica (10%). Crianza en lías finas. 15,75 €.

Ad Libitum

Juan Carlos Sancha. 2023

Ad Libitum

100% maturana blanca. Tras el despalillado, la uva pasa a una pequeña prensa vertical. El vino fermenta cinco meses en barrica. Aromas a fruta blanca. 14 €.

Tihom

2020

Tihom

Maturana fermentada y envejecida en roble francés y garnacha en roble húngaro. Crianza en barrica y 12 meses en depósito de hormigón. Un año envejece en botella. 24 €

Izadi Selección

2023

Izadi Selección

Tiene las seis variedades blancas autóctonas, entre ellas 61% de viura y 11% de maturana. Fermenta en depósito de acero inoxidable y barrica francesa nueva. 14,90 €

Cuvée Inédita

Vivanco

Cuvée Inédita

45% maturana, 30% tempranillo, 15% viura y 10%chardonnay. Tras una primera fermentación por separado, se hace la mezcla seleccionada o cuvée. 18€.

De ello es un convencido acérrimo Rafa Vivanco, al frente de Vivanco junto a su hermano Santiago. El pequeño de la familia –ingeniero, enólogo y responsable de toda la vitivinicultura de la bodega– vivió en primera línea la llegada de esta uva maturana, así como de otras autóctonas y también foráneas, porque en 2004 estaba ya en la comisión técnica del Consejo Regulador que se encargaba de estudiar los avances en la recuperación de la materia vegetal.

«Me parecía interesante tener la oportunidad de cultivar variedades de aquí, nuestras», recuerda, y en cuanto se autorizó la maturana plantó en Tudelilla un viñedo de blanca, a una altura notable, en las estribaciones de la sierra de la Hez. Años después dio ese paso en Briones y ahora tiene ahí la finca La Concepción, más de 30 hectáreas de todas las variedades blancas de Rioja «incluida el turruntés».

La apuesta de Vivanco por esa uva redescubierta por Martínez de Toda y Sancha, que la define sin ambages como «la mejor variedad blanca de la Denominación de Origen Calificada Rioja», es total. «La utilizamos en el vino joven, en el Colección Vivanco cuatro varietales –garnacha, maturana, tempranillo y viura, por este orden de más a menos proporción– y en el espumoso, que lleva un 45% de maturana», detalla Rafa Vivanco. Pocas bodegas elaboran este vino en la DOCa y menos aún con esa variedad blanca que tiene «un gran potencial de guarda para elaborar espumosos» como su Cuvée Inédita.

Crianza sobre lías

Y si especial puede resultar ese espumoso, no lo es menos el Izadi Selección Blanco de la bodega riojanoalavesa de Villabuena. Incorpora las seis variedades blancas autóctonas que existen en Rioja, con la viura como principal –más de un 60%– y la maturana en segundo lugar. «Esta uva es mejorante», confiesa Roberto Vicente, director técnico de Izadi, que reconoce que «nuestro recorrido con la maturana blanca empezó como las grandes historias de amor, casi por casualidad».

En 2015 les surgió la oportunidad de plantar en Laguardia, en una zona de altura a más de 700 metros, una viña con tempranillo de una selección clonal de Villabuena. También injertaron chardonnay, que luego arrancaron, y maturana. «Al mismo tiempo, uno de nuestros proveedores que está entre San Vicente de la Sonsierra y Baños en Ebro –en la muga de La Rioja y Álava–, también nos empezó a nutrir de esa uva que pronto advertimos que era especial», rememora.

Izadi tiene en Laguardia, en las faldas de la Sierra de Cantabria, una finca con maturana blanca, en primer plano, y detrás uva tempranillo. Irene Jadraque / Sadé Visual

La elaboración se hace en pequeños depósitos que tienen en Izadi, donde hay también huevos de hormigón, fudres o barricas. Cada variedad de uva tiene su recorrido y la maturana, en concreto, fermenta en hormigón y hace la crianza sobre lías, «lo que otorga al vino una complejidad que yo antes solo había visto al albariño».

Los enólogos disfrutan con esta variedad y, por ejemplo, Jorge Muga sostiene que «en Rioja nos ha tocado la lotería con la maturana blanca, que combina a la perfección con la viura pero también con la longitud de la garnacha». La maturana aporta «amplitud y volumen» y su combinación ofrece «un vino redondo». El dueño de Bodegas Tihom en Haro se confiesa un ferviente «seguidor de las investigaciones de Fernando Martínez de Toda» y en una conferencia que impartió «hará unos quince años tuve mi primer contacto» con la variedad.

Jorge Muga degusta un blanco de maturana en su bodega Tihom de Haro. Rodrigo Merino

«A partir de ahí, caté todos los vinos que pude y empecé a informarme», dice este enólogo, que pronto percibió que la maturana tenía un «potencial tremendo. Deduje que había que ser un equilibrista con la madera, que no le va mal, pero hay que seleccionarla mucho y ser muy cuidadoso». Y en base a experiencias previas decidió apostar por «incluir en la crianza de vino un largo paso por los depósitos de cemento, de casi un año, antes del embotellado. Y lo cierto es que le va fenomenal», concluye Jorge Muga.

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