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Pasarela por la historia del Cidacos

Pasarela por la historia del Cidacos

La tienda Momo comparte una exposición que relata a través de la moda burguesa cómo era la sociedad y los cambios históricos del valle en los siglos XIX y XX

Domingo, 26 de julio 2020, 13:58

Hubo un tiempo en el que una parte de la sociedad de Enciso, la más influyente, la que marcó parte de su historia, paseaba con sus mejores galas por las calles y laderas de la villa del Alto Cidacos. «Esa burguesía ocupó cargos políticos y bancarios fundamentales en España, desde el gobierno de Espartero, al amparo de Isabel II, en la diputación, en Madrid… Marcaron un hito en esta zona. De toda esa gente ya no queda nadie en Enciso porque se fueron a hacer carrera o marcharon con la industria cuando se trasladó a Arnedo, Calahorra, Logroño, Zaragoza… buscando una comercialización más próxima ante las limitaciones del valle».

Es el retrato que hace de los siglos XIX y XX en Enciso Chus García al comenzar a desprender escenas que surgen de la profunda y larga investigación del Colectivo Memoria Industrial Alto Cidacos, que inició junto a los hermanos Urko e Iker Zabaleta y de la que ya presentaron sus primeros avances en la Muestra EncinArt 2017. Pero continúan con su exhaustivo y enriquecedor estudio.

La muestra

  • Dónde En la segunda planta de la tienda de antigüedades Momo, en la carretera de Soria, número 10, en Enciso.

  • Cuándo Puede visitarse los sábados y domingos de 12 a 14 horas en los fines de semana hasta el 30 de agosto.

  • Cómo reservar Los interesados pueden reservar la visita guiada de forma gratuita llamando al teléfono 637 312 017.

  • Medidas sanitarias Debido a la necesaria prevención frente al COVID-19, el aforo es reducido y es obligatorio el uso de mascarillas.

  • uDónde.

Paralela a la investigación, Chus García regenta el proyecto familiar de antigüedades y coleccionismo Momo, la tienda Mundo de Objetos y Máquinas Olvidadas en Enciso desde el 2015. Uniendo el estudio y la pasión por el coleccionismo de antigüedades, Momo ha organizado y ofrece la exposición 'La moda burguesa en el Alto Cidacos', que puede visitarse –con entrada libre pero aforo limitado y uso obligatorio de mascarilla para cumplir con toda la normativa de prevención ante el impacto del COVID-19– las mañanas de los sábados y domingos de 12 a 14 horas hasta el 30 de agosto.

Los interesados en recorrerla pueden reservar cita previa en el teléfono 637 312 017.

Más de un centenar de piezas entre prendas y complementos, todas ellas originales, que lucía la burguesía industrial de la zona durante el siglo XIX y principios del XX, entre los años 1810 y 1930, conforman esta exposición que trasciende lo puramente estético para convertir la moda en un relato de la historia de Enciso y del valle, de los cambios industriales y sociales que marcaron cada momento y su devenir, la influencia política, cultural… «Esto es una lección de historia, patrimonio puro», invita García.

En esa época, frente a los 140 censados actuales, Enciso y sus aldeas rondaban los 1.300 habitantes, que encontraban su labor y riqueza en la industria textil, sector que fue transformándose a inicios del siglo XX (con la llegada de la electricidad que relevó la fuerza hidráulica y trasladó las industrias a otras zonas) hacia las finanzas, negocios y acumulación de patrimonio uniéndose entre las familias más adineradas, manteniendo apellidos y riqueza. «En las conexiones del árbol genealógico que ha surgido del estudio, vemos cómo todos los grandes apellidos están vinculados», explica García. Los Quemada fueron los últimos en marchar tras la Guerra Civil.

La muestra es un exponente del profundo estudio que realiza el colectivo Memoria Industrial Alto Cidacos

La moda se convierte en una muestra de estatus social, un escaparate de poder. Hasta el siglo XVIII, la monarquía era la gran influencia en el vestir. Pero las revoluciones francesa e industrial vinieron a cambiar el paradigma. Comenzaron las producciones en cadena, aumentaban las opciones para trabajar con tejidos, materiales… Los periódicos de la época paseaban por las celebraciones y fiestas de esa sociedad, con pormenorizadas descripciones de los asistentes desde bodas a funerales.

Paralelo al estudio de las familias industriales de Enciso, los responsables de Momo han continuado haciendo acopio de sus vestimentas de la mano de su pasión hermana por las antigüedades y el coleccionismo. La muestra de estos ropajes es el primer baúl de los recuerdos que sale a la luz pública del estudio, mostrando un pedazo de ese tiempo a los visitantes de la primera planta de la tienda –la baja es para la zona de venta–.

Reconocen que es difícil conseguir un compendio de ropas de la época en ese buen estado de conservación, y más de la propia zona del Alto Cidacos. «Puedes comprar de Europa lo que quieras, pero podemos certificar que cada pieza es de aquí, de la burguesía que teníamos entre hace 200 y 100 años», asiente Chus García.

Ese es el tesoro de la muestra, que está acompañada de fotografías de personas y lugares en blanco y negro de Enciso, revistas, envoltorios y otros objetos y complementos de la época que permiten ya verbalizar parte del recorrido de un proyecto mayor a futuro. La imagen completa el relato de las propias vestimentas, enriqueciendo su explicación.

La exposición se enraíza tanto en el devenir de Enciso que incluye la equipación, botas y fotografía de un equipo de fútbol que existía en la villa en 1910,

Vecinos de la zona han sido los primeros en visitar la exposición. Y en recordar un dicho: 'Para tela de lana, las Cameranas', en referencia a una de aquellas firmas.

Desde el estilo Imperio, un vestido con 210 años de vida

Con 210 años a sus espaldas, la exposición muestra un vestido representativo del surgimiento del estilo Imperio, a través del que desaparecía el corsé para hacer más cómoda la ropa femenina. Era el momento del cambio, en el que la monarquía y las clases nobles dejaban de ser la gran influencia para el resto. Y con ello desaparecían también complementos como las pecas, las pelucas, las estrecheces impuestas en las formas.... La aparición de nuevas telas daba lugar a unas formas más ligeras, como presenta este vestido de 1810, uno de los más mimados en la exposición de Momo, que permite ver la variedad de telas que caían libres hacia la cintura.

La moda, un reflejo más de una sociedad descompensada

Cuando conocen el relato de las prendas y sus porqués, a los vecinos que visitan la exposición les cambia la mirada hacia la historia del valle, hacia un siglo XIX tan diferente de la actualidad. Apoyada en el estudio, Chus García describe una sociedad descompensada, con una alta burguesía contada con los dedos de las manos y el pueblo llano, en el que, junto al trabajo en las fábricas, se mantenía una agricultura y ganadería domésticas.

En ese recuerdo, los vecinos mayores de Enciso recuerdan las tiendas y comercios que recorrían las calles de la villa hasta mediado el siglo XX. «Pero cuando se van las fábricas, los trabajadores se van con ellas», se lamenta Chus, recordando cómo el ansiado proyecto ferroviario no llegó a estación, lo que dificultó la comercialización, tanto la compra como la salida a venta de los productos que se elaboraban en Enciso.

La exposición es un ejemplo de esos cambios sociales, políticos y económicos que marcan la moda, como la marca de Francia para imponer el terciopelo en lugar de la seda que llegaba de Reino Unido.

La influencia militar en la moda masculina por décadas

Desde principios del siglo XIX, la moda masculina está muy influenciada por el corte militar, sobre todo en las levitas, en los fracs que mantienen muchos detalles a la altura del pecho con la segunda intención de que sirvan de protección en el caso de entrar a pelea o duelo con otro. El traje de tres piezas se impone desde entonces hasta nuestros días.

Tres trajes de 1870 con nombres, apellidos e imagen de sus dueños

El comercio internacional, las ferias y el arte eran los vehículos que trasladaban las modas y las influencias en el siglo XIX. De una década a otra, la moda cambiaba, como las faldas de enorme volumen que se impusieron desde 1820 o el gusto por dibujar la figura femenina en forma de S muy pronunciada tras las caderas a partir de 1870, con la presencia del polisón. De esa época, la exposición cuenta con tres trajes de un matrimonio del que el estudio histórico detalla tanto sus fotografías como nombres y apellido y árbol genealógico.

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