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Los restaurantes riojanos con «sol», uno a uno

El respeto a la gastronomía tradicional es el nexo que une a los 19 establecimientos 'soleados' de La Rioja

César Álvarez

Logroño

Martes, 18 de marzo 2025

Los Restaurantes con Soles Repsol abren, en La Rioja, un amplio abanico de posibilidades gastronómicas tanto en precio como en opciones culinarias. Algunos de los locales alumbrados por el astro rey ofrecen menús degustación, por lo que el comensal ya sabe (más o menos) lo que va a comer y en función del vino a elegir (una variable que siempre modifica notablemente el importe de la cuenta) también lo que, más o menos va a pagar. Estos establecimientos coinciden, casi siempre, con los que están incluidos también en la Guía Michelin. Sin embargo, hay muchos de los que sólo disponen de 'soles' que trabajan con una carta en la que tienen cabida muchos presupuestos diferentes.

En cualquier caso, y salvo casos concretos, los restaurantes iluminados por la petrolera española mantienen como nexo común su base tradicional, ligada al producto y al territorio. Luego, a partir de esos 'cimientos' cada cual hace su interpretación culinaria para diseñar una propuesta propia. Y casi todos ellos lo combinan con una.

El Portal de Echaurren

Así lo hace Francis Paniego en El Portal de Echaurren, el restaurante que encabeza el ranking Repsol en La Rioja, con tres Soles. En cualquiera de sus dos menús Usaya (220 euros) o Turza (165 euros), el chef pelaire incluye elementos propios de su entorno como pueden ser las trompetas de la muerte, el pimiento choricero, la zanahoria de Entrena, el queso de Tondeluna o el licor Valvanera. Con ellos elabora platos clásicos de su carta (croquetas, merluza Marta), pero también reinterpreta la cocina de toda la vida que conoció de su madre, Marisa Sánchez, y que él ha modernizado, aportando su toque de innovación y virtuosismo técnico.

El chef riojano Francis Paniego. ECHAURREN

Venta Moncalvillo, Alameda, Nublo, Kiro Sushi e Íkaro

En el siguiente escalafón de Guía Repsol aparecen, con dos Soles, cinco restaurantes muy diferentes entre sí. Venta Moncalvillo encarna la máxima vinculación territorial. La huerta que se atisba desde el comedor se ha convertido en el principal abastecedor de los fogones en los que Ignacio Echapresto se mueve con soltura. En cuaquiera de los tres menús que propone: Mirada Raíz (170 euros), Mirada Horizonte (180 euros) y Mirada Vegetal (160 euros), el producto que Neru extrae de la huerta del restaurante tiene un protagonismo destacado, como lo tienen las carnes de animales criados en el entorno de Daroca de Rioja. Luego es la mano de Ignacio Echapresto, que intenta intervenir lo menos posible sobre un producto de altísima calidad, y la sapiencia de Carlos en la bodega contribuyen a cerrar la experiencia.

Los hermanos Echapresto. Justo Rodríguez

La Alameda, en Fuenmayor, es uno de los restaurantes más reconocidos de la región aunque las guías y los críticos no siempre respalden esa afirmación. Luce dos Soles en su fachada, pero lo que le da brillo al establecimiento no son esas distinciones sino la mano de Tomás en la parrilla y Esther en la cocina. No ofrece un menú degustación, pero en su carta se encuentran desde las mejores carnes del país (chuleta, 78 euros/kilo) a los pescados más frescos con los que el veterano parrillero lidia con la misma habilidad. Además, en los fogones Esther firma con la misma solvencia unos garbanzos con bogavante (30 euros) que un plato de casquería (patitas de cabrito a la riojana o callos y morros, en ambos casos por 29 euros).

Tomás y Esther llevan las riendas del restaurante Alameda de Fuenmayor. Justo Rodríguez

Con dos Estrella figura también el restaurante jarrero Nublo. Miguel Caño es el autor de una propuesta que rápidamente obtuvo el reconocimiento de la crítica y recibió la Estrella Michelin. El cocinero jarrero, formado en Mugaritz, se autoimpuso como limitación creativa que todos sus platos se elaboraran al fuego, y desde esa premisa propone cada día un menú ajustado al mercado, en función de la temporada y lo que la tierra y el mar quieran entregar en cada momento. Dispone de dos menús: Nublo (119 euros) y Ejecutivo (89 euros) que se sirve sólo entre semana, y cuando no sea víspera de festivo.

El cocinero de Nublo Miguel Caño. Ricardo Donézar

Los otros dos establecimientos que disponen de dos Soles Repsol cada uno se apartan de la comida tradicional riojana para proponer, en el caso de Kiro Sushi, un paseo por Japón para conocer algunos de los bocados más clásicos de su gastronomía. Se agrupan en un menú de 150 euros, en los que no se incluye el vino, porque en el restaurante no se sirven bebidas alcohólicas de ningún tipo. Una barra clásica en la que sólo tienen cabida seis comensales que disfrutarán no sólo de las piezas de sushi elaboradas por Félix Jiménez ante sus ojos, sino de toda una experiencia sensorial que pasa también por los silencios y la invitación a una mirada interior

Félix Jiménez, chef del restaurante Kiro Sushi. Juan Marín

Tampoco responde a los cánones clásicos de cocina riojana la propuesta de Íkaro. El restaurante logroñés puede presumir de haber sabido fusionar la cocina riojana que elabora Iñaki (vasco de nacimiento, pero formado en La Rioja) con la ecuatoriana que aporta Carolina. Entre los dos han diseñado una propuesta divertida y diferente (Menú Íkaro, 105 euros; Menú Descubrir, 90 euros; y Menú Corto, 50 euros) que una vez al año, durante algunos días, trasladan directamente a Ecuador para disfrute de los paladares más exigentes del país americano.

Carolina e Iñaki, propietarios del restaurante Íkaro de Logroño. Justo Rodríguez

Aitor Esnal, Casa Masip, Echaurren, La Cocina de Ramón... y cuatro nuevas incorporaciones

Entre los restaurantes con un Sol Repsol figuran algunos veteranos (Aitor Esnal, Casa Masip, Echaurren Tradición, Juan Carlos Ferrando, La Cocina de Ramón, La Galería, La Posada del Laurel, La Vieja Bodega y Lumbre) junto a las cuatro nuevas incorporaciones (Arsa, La Quisquillosa, Sopitas y Alboroque).

Aitor Esnal es un veterano al que le gusta innovar, por eso junto a su origen vasco su cocina exhibe también el profundo amor del cocinero por la gastronomía asiática. Sus platos tradicionales ofrecen 'matices' de Oriente. Así se manifiesta en sus menús Amari (105 euros), Azoka (70 euros) o Hamaiketako (45 euros) donde se incluye el bogavante con salsa, entre otras cosa de lima; berenjena estilo agedashi o un Bacalao confitado con dashi mejillón, codium y sésamo.

Aitor Esnal, en la cocina de su restaurante homónimo Fernando Díaz

En Ezcaray se encuentran Casa Masip y Echaurren Tradición. Ambos responden a cánones culinarios similares, los dos clanes familiares encabezados por Pedro Masip y Francis Paniego. En ambos casos se ofrece la cocina más tradicional con el producto que se obtiene, en la medida de lo posible, de la Sierra de la Demanda y de sus alrededores.

Casa Masip incluye platos de caza (por ejemplo,, perdiz estofada al vino tinto con peras por 24 euros o estofado de ragout de ciervo con setas y tagliatelles, por 20) pero también, ahora en invierno colmenillas con salsa de foie-gras (24 euros), trompetas de la muerte, guisadas con vino sanson, acompañadas con crema de queso de cabra trufado y velo de tocino ibérico (20 euros) o ravíolis de níscalos y gambas con americana de gambas (18 euros), haciendo así honor a la tradición micológica de la localidad.

El cocinero Pedro Masip de Casa Masip en Ezcaray. Justo Rodríguez

En Echaurren Tradición, Francis Paniego respeta al máximo la herencia de su madre (Marisa Sánchez). El pelaire sigue con el legado materno que pasa por una carta en la que no faltan las famosas croquetas (14 euros), caparrones a la riojana (21 euros), sopa de pescado (21 euros), pochas con codornices (24 euros)… icónicas recetas que ya forman parte de la historia culinaria regional.

Soles Repsol en Logroño

En Logroño se sitúan otros tres establecimientos con un Sol: Juan Carlos Ferrando, La cocina de Ramón y La Galería. Juan Carlos Ferrando invita a dejarse llevar por «la gastronomía actual típica de La Rioja. Una cocina de sabores y de tiempo. Cocina sofisticada, delicada y refinada» en su restaurante. Bajo esa premisa ofrece un menú 'Cruce de Caminos' (82 euros) o 'De mercado' (por 48), además de una carta que incluye verduras como la Borraja en salsa verde y berberechos (24 euros), Alcachofas salteadas al tomillo (22) o Puerros de La Rioja a la sartén (19), pero también Callos y morros guisados a la riojana (27) o Patitas de cordero a la riojana (26), platos con arraigo en las mesas de la comunidad.

Por su parte, Ramón Piñeiro ofrece en 'La Cocina de Ramón' una carta variada en la que sobresale una cocina de mercado y los platos de cuchara, la verdadera especialidad de la casa. Caparrones, patatas a la riojana, pochas (15,90 euros)… son algunas de las referencias locales en su carta, en la que tampoco faltan las patitas de cabritillo (23,90) ni los callos de ternera y morros (22.90). Para cerrar se ofrece la Tarta de Queso Fresco (8 euros), un postre que ha sido considerado por el programa 'Como sapiens' como la mejor tarta de queso de España.

El chef Ramón Piñeiro. Justo Rodríguez

La Galería abrió sus puertas hace dos décadas y ahí sigue atendiendo al público bajo la dirección (ya en solitario desde hace unos años) de José Félix Rodríguez, un chef que siente pasión por la cocina creativa a partir de un producto de temporada y fresco, sobre el que se interviene lo mínimo posible, y al que pueden acompañar alguno de los muchos vinos de su bodega. El resultado es una propuesta que en el año 2016 mereció un Sol Repsol que ha ido renovando cada edición de la Guía española.

El cocinero José Félix Rodríguez, en el restaurante La Galería. Sonia Tercero

Préjano, Casalarreina... otros templos de la cocina riojana

En Préjano, Dámaso Navajas ha hecho de una vieja casona, La Posada del Laurel, un lugar de peregrinaje gastronómico donde se potencian los sabores en los platos más sencillos como una borraja en aceite con calamares; o unas piparras, unos espárragos frescos en temporada… o unos caracoles que, entre otros, se pueden degustar en el comedor interior o en una terraza acristalada que ofrece un acompañamiento idílico para una jornada gastronómica.

Dámaso Navajas, en la terraza de La Posada del Laurel, en Préjano. F.D.

En Casalarreina, los Soles llegan a pares. En La Vieja Bodega, el equipo de cocina ha demostrado un respeto máximo por la cocina tradicional con el producto local, pero también con el que hoy en día puede llegar fresco de cualquier punto del país en menos de 24 horas. En la carta se encuentran igual un cremoso de queso de Cameros (16.20 euros) que una 2nsalada de centollo y tartar de aguacate (21 euros), o Caprichos del Toloño (16 euros) junto a bacalao braseado (25.50), pero sin olvidarse de los 'obligatorios' rabo, carrilleras, manitas…

Ángel Pérez Aguilar, propietario del restaurante La Vieja Bodega de Casalarreina. F.D.

Y un poco más allá está el restaurante Lumbre, otro templo de la cocina riojana tradicional. Ofrece el menú Lumbre (100 euros), el menú Fuego (75 euros) y el menú Origen (50), pero en todos ellos se hacen presentes los productos de proximidad como puerros, vainas, pimiento najerano, carrilleras, cuello de cordero…

Equipo del restaurante Lumbre de Casalarreina. F.D.

Arsa, La Quisquillosa, Sopitas y Alboroque, las nuevas incorporaciones

A estos restaurantes se han unido otros cuatro más, desde la tarde-noche del lunes, que ya cuentan con un Sol Repsol. Arsa, en Logroño, encarna la fusión de la gastronomía riojana y andaluza, representada por Beatriz y Rodrigo, propietarios y cocineros del local. Prácticamente todos los productos y platos que se sirven en Arsa tiene su origen en La Rioja (kilómetro 0) o en Andalucía («kilómetro 800», como afirma Bea con el característico humor andaluz) y que se escenifica en el menú degustación que ofrece el restaurante por 70 euros y en el que sobresale el aclamado Salmorejo de naranja, tartar de atún de almadraba y mojama casera de corazón.

Los jóvenes cocineros (y propietarios) del restaurante logroñés Arsa, Beatriz Fernández y Rodrigo Fernández Justo Rodríguez

También en la capital riojana se ha sumado a la lista La Quisquillosa que dice de sí mismo en la carta: 'Nos gusta la cocina que mira hacia el futuro pero que sabe de dónde viene', en lo que viene a ser toda una declaración de intenciones, por ello se disfruta por igual las lecherillas glaseadas (22 euros) que una Parpatana de atún rojo concarbonara de verduras asadas (28).

En Arnedo, emerge ahora al Sol, el histórico Sopitas. No dispone de menú, sino que cuenta con una carta amplia (el ticket medio son 55 euros con vino crianza) cargada de tesoros como el cabrito lechal asado a la manera tradicional con panadera o el patorrillo con patitas, gordillas y callos de corderito que suponen casi una reliquia puesto que después de ser un clásico de la gastronomía riojabajeña, es un plato muy difícil de degustar.

Y en Haro, Repsol ha señalado a Alboroque con el chef Raúl Muñiz, y Laura Gómez en sala. Este restaurante jarrero sólo sirve comidas de martes a domingo (los lunes, cierra), salvo los sábados que añade el servicio de cenas. Y su propuesta gira en torno a los asados cordero o cochinillo, y otros platos habituales en las mesas riojanas como carrilleras, manitas de cerdo, bacalao

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