Derribada la bodega en ruina de Villamediana

El Ayuntamiento de Villamediana de Iregua llevó ayer a cabo del derribo, de forma subsidiaria y urgente, del edificio número 61 del barrio de Bodegas, declarado en ruina previamente. Desde la Administración local se instó a los propietarios el pasado 4 de agosto a la demolición y adopción de medidas excepcionales en un plazo máximo de 24 horas, algo que no cumplieron, por lo que la Policía Local clausuró tanto esa bodega como las colindantes y cortó la calle por peligro de desprendimientos.

Adjudicada la intervención de emergencia a Excavaciones Angulo por 39.325 euros (IVA incluido), esta fue realizada a mediodía de ayer y la zona ya ha quedado a falta de desescombrar. Hasta el barrio se acercaron la alcaldesa, Ana Belén Martínez, el arquitecto municipal de Villamediana, y el presidente de la Asociación y Organización para el Desarrollo Turístico y Recuperación de las Bodegas. «El derribo se debe al estado del inmueble, por una cuestión de seguridad y emergencia», explicó Ana Belén Martínez a pie de calle.

La demolición fue solo de una propiedad, pero las de alrededor presentan visibles grietas y otras permanecen clausuradas, por lo que puede que las actuaciones municipales continúen. «Entre todos debemos hacer y cuidar el barrio de Bodegas, el Ayuntamiento también, y en ello está. La bodega derruida estaba inclinada, se valoró y se dio la orden de derribo por una cuestión de seguridad», aclaró la alcaldesa.

El Consistorio encargó en 2019 la redacción del Plan Especial de Protección y Regeneración Sostenible del barrio de Bodegas de Villamediana a Grupo Dayhe Development & Investiment por 33.821,92 euros y, después, la regularización del solar del número 55 para la nivelación de la superficie, ejecución del replanteo y de la cimentación y estructura, por 53.790,14 euros. «En todo momento, desde que accedí a la Alcaldía en 2017, hemos tomado medidas en el barrio de Bodegas, unas más visibles que otras, pero se ha invertido para minimizar el impacto y seguir apostando por él», recordó la alcaldesa, subrayando los cuatro siglos de historia de la zona en la que se calcula que se elaboraba más de medio millón de litros de vino en el siglo XVIII. Aún hoy se sigue elaborando vino artesano, cosechero, pero en menor medida.

Ahora la preocupación del equipo de Gobierno es toda la calle, donde hay otros calados hundidos y bodegas en situación límite. «Tenemos que reunirnos para decidir un tratamiento más concreto. Lo último que nos apetece es derribar una bodega, pero se hace por seguridad. El barrio está muy afectado y es complicado abordarlo de inmediato, es muy difícil intervenir y una actuación conjunta sería inviable económicamente», dijo la alcaldesa.